Muy poco le ha durado la nueva junta directiva de la Federación Insular de Automovilismo de La Palma (FIALP) al nuevo presidente Edgar Morales Luis.
El secretario Alberto de Paz Bethencourt ha sido cesado por el presidente y los vocales Carlos Acosta Acosta y Daniel Cabrera Díaz presentaron este pasado viernes su dimisión al no estar conformes con el repentino cambio de opinión de Edgar Morales sobre la situación en la que se encuentra el presidente saliente, Pedro Pérez Madalú, el club Revys Motorsport, con el que el ex máximo responsable de la FIALP tiene vínculos familiares con sus responsables.
Esta semana se enviaba una carta al presidente de la Federación Canaria, Pepo Batista, para informarle que ante las transacciones de dudosa formalidad por unos considerables importes realizadas por parte de la Federación presidida por Pedro Pérez Madalú al club Revys Motorsport, se decidía que dicho club no contaría con autorización para la realización de las pruebas que tenía asignadas en el calendario 2023, el Rally Senderos de La Palma y el RallySprint Cielo de La Palma, las cuales asumirá la propia FIALP.
Pero, para sorpresa de todos, pocas horas después Edgar Morales se desdice del documento anteriormente firmado y mandado al presidente de la FCA, por lo que el Rally, en vez de desplazarse al mes de noviembre, como se solicitaba a la canaria, para poder tener tiempo de empezar desde cero con una nueva gestión, se realizará en la fecha inicialmente prevista, el 2 y 3 de junio, ante las presiones de terceros para que no se cambiara y todo se quedara como antes.
Según ha podido sabes esta web, otro de los puntos que han generado el malestar de los salientes con el nuevo presidente es la promesa de que el Rally Senderos de La Palma y el RallySprint Cielo de La Palma fuera organizado por una nuevo club creado a tal efecto, pero dirigido por las mismas personas que el anterior, por lo que los dimisionarios entendieron que se les estaba tomando el pelo a ellos, a los deportistas e instituciones que apoyaban a esta nueva junta directiva, por lo que decidieron no continuar ni un segundo más en la FIALP.
Malos momentos para el automovilismo palmero, que ven con impotencia como unos nuevos directivos intentan destapar la mala gestión económica anterior y se topan con un muro con el máximo mandatario, que quiere ser continuista tapando los agujeros económicos creados en el pasado para beneficio propio.