El veterano piloto grancanario Tato Suárez hace una reflexión sobre los coches históricos como dueño de dos de ellos.
Anastasio Suárez Peñate
Muchas personas dirán que por llevar algún tipo de modificación ya nos dedicamos a hacer carreras ilegales, la mayoría no somos así, aparte el 90% de nuestros coches están mejor que la mayoría de los vehículos normales con los que compartimos el camino.
A pesar de esto somos considerados peligrosos y forajidos, en realidad, somos probablemente los más seguros, porque no queremos dañar algo en lo que hemos trabajado tan duramente e invertido tanto dinero (piezas, homologaciones, etc…).
Nuestros coches son una extensión de nosotros mismos; no sólo es metal que usamos para movernos.
Incontables horas bajo el capó y bajo el propio coche, las cuentas bancarias quedan vacías y podría decir más malas palabras, pero todo eso vale la pena.
Cuando giro el interruptor para arrancar la maquina y dar una vuelta, no importa donde sea la meta, lo importante es partir.
Estoy orgulloso de ser un entusiasta de los coches HISTÓRICOS, no me importa lo que todos piensen de mi o de mis maquinas, voy a seguir teniendo una pasión automovilística hasta el día que me vaya. 
