Mientras su temporada en el mundial terminaba con el reconocimiento del Rally de Europa Central, Oliver Solberg volvió a ponerse al volante de un coche de competición.
En el emblemático complejo Sweet Lamb de Gales, el sueco se puso al volante de un Ford Escort MKII, coche con el que participará en el Rally Roger Albert Clark, cita histórica disputada del 23 al 27 de noviembre.
El recorrido de este rally será especialmente extenso, con 564 kilómetros sobre tierra y nada menos que 33 especiales repartidas en cinco días.
El sueco no será el único gran nombre en la salida ya que está inscrito Kris Meeke, también al volante de un Ford Escort MKII.
Acompañado de su padre Petter, Oliver aprovechó este día para encontrarse con un tal Phill Mills, antiguo navegante de su padre durante la era Subaru y con el que logró su título de campeón del mundo.