Alberto Monzón afrontará su octavo Maspalomas: «Nosotros no estamos aún al nivel que hay que estar para hacer una gesta deportiva con este gran coche»

En la que será su segunda cita con su nuevo Porsche 997 Gt3, el piloto grancanario Alberto Monzón afrontará su octavo Rally de Maspalomas, cita donde le ha pasado de todo.

Alberto Monzón

23 años han pasado desde mi primera y efímera participación en aquella 27 edición del Rallye de Maspalomas. Duramos menos que dulce en puerta de colegio. Aquel Renault 5 GT Turbo con el que debuté como piloto de rallye no me quería demasiado, ya que de 5 carreras nos dejó tirado en 4. Creo que esa fue la primera y última vez que lloré por un coche de carreras (abrazado a mi amigo del alma Pedro), y es que ya no podíamos más con la impotencia acumulada tras 4 abandonos seguidos.

Como mayor anécdota de esa primera participación en el Maspalomas, es que decidimos quedarnos a dormir la noche anterior en un hotel cercano a la salida para no meternos el madrugón y la paliza de carretera desde Santa Brígida, vamos, como dos señoritos (no éramos nadie el Pedrín y yo). Hete aquí que cuando llegamos a la rampa de salida por la mañana, caigo en la cuenta de que, efectivamente, yo dormí al lado de la salida pero mi casco de carreras durmió plácidamente en Santa Brígida (a unos 56 km.) Llamé a mi hermano Carli desalado para que me lo trajera y, no me digan cómo, el tío llegó con su Renault 5 (ese no era turbo como el nuestro) y ¡no penalizamos! Total, para quedarnos tirados un rato más tarde en esos montes sureños.


Al año siguiente volví en la primera edición de la Copa Toyota Yaris Canarias para proclamarnos campeones junto a José Carlos Déniz (vaya lujo) ese día en las labores de copilotaje. En justicia he de decir que quien me copilotó (y sufrió) todo ese año fue mi amigo Javier Alonso, con el que hice una de las temporadas más bonitas que recuerdo.

En 2003, el mismo Maspalomas iba a ser el juez final de un Desafío Peugeot 206 realmente apasionante. ¡Cómo nos hicieron correr ese año los palmeros Victorino Concepción y Alberto Adrián! Preparamos a conciencia esa carrera porque el que quedara por delante entre Victorino y yo, se llevaba la copa. Recuerdo que antes de la salida del primer tramo (Arteara) nos tuvieron parados muchos minutos y las gomas se congelaron, por lo que el primer kilómetro, que era muy rápido, me lo tomé con cierta precaución hasta tener las gomas en temperatura.

El bueno de Victorino se salió en la primera o segunda curva y la copa la ganamos en ese justo momento. El nivel de los duelos deportivos que tuvimos ese año no se merecía un final así de infame, por eso seguimos corriendo con rabia toda la carrera aun sin jugarnos nada y firmamos un gran resultado. Prueba de ello es que a la otra copa de referencia (Yaris) con los que solíamos estar a la par en la general de las carreras, le metimos un minuto exacto al primer clasificado en esa ocasión.


En 2020, mi última participación en este rallye, tuvimos una pelea apasionante con Oliver Nieves con los valientes Renault Clio Cup. Tras un primer bucle para olvidar por un error por mi parte en la elección de neumáticos y desconectar el coche sin darme cuenta en el tercer tramo, no tiramos la toalla y dimos nuestro máximo en los tramos que quedaban. Esos 17.6 segundos de desventaja los conseguimos reducir a 9.4 al final del rallye, pero no fue suficiente. El fuerte ritmo al que corrimos con nuestro pique particular nos llevó a meternos 3º y 4º de la clasificación general respectivamente.

Como anécdota de esa carrera y ejemplo de lo que fue esa gran temporada de pique sano con Oliver Nieves, es que a mitad de rallye se quedaron tiesos de pastillas de frenos (creo que traseras) y no tenían otras. Nos pidieron si teníamos unas de repuesto y no dudamos ni un instante en dárselas. Porque para mí la competición es eso, intentar dar tu máximo siempre y ser el mejor, pero no por ello dejar de ayudar a tu contrincante si está en tu mano. Más en el caso de un señor de las carreras como Oliver y todo su equipo de buena gente. No tengo la menor duda de que ellos hubiesen hecho lo mismo.

Así resumo mis 7 participaciones en las diferentes ediciones de los Maspalomas en que he participado. Y hablando de 7, ese será el número que lucirá nuestro flamante Porsche este próximo viernes, donde un nuevo capítulo se escribirá de la mítica prueba sureña que cumple 50 años de una historia de batallas de todo tipo. Nosotros no estamos aún (ni de lejos) al nivel que hay que estar para hacer una gesta deportiva con este gran coche, pero seguiremos en la tarea de seguir aprendiendo y mejorando con el paso de los kilómetros. A años luz estarán los 3 equipazos que se están jugando el Campeonato de Canarias (con el permiso de Armide y Judith) y nosotros intentaremos que los amigos Ayoze y Patricia nos vayan metiendo cada vez menos segundos durante el transcurso de la carrera. Miedo me dan mis excompañeros, amigos y rivales de la 208 Rally Cup. Ya les tengo dicho que respeten al viejito y no me dejen mucho en evidencia, pero creo que no me van a hacer mucho caso.

En cualquier caso, espero que tanto la organización como los competidores estemos a la altura de esta 50 edición de una carrera con tanta historia y demos el espectáculo a los aficionados que se merecen.

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